Josefina Vázquez Mota: Independientemente de su género, las
propuestas que he escuchado (las pocas entre ataques y contraataques) creo que
no viene con la fuerza suficiente ni la popularidad suficiente. Por otro lado,
creo que las primeras en no confiar en ella son las mismas mujeres, donde la mayoría
de ellas siguen siendo machistas (si, exacto, creo que el machismo en México
nació y es mantenido por las mismas mujeres más que por nosotros los hombres) y
no conciben todavía que una mujer sea presidente de la republica. Me gustaría que
ganara solo para que se le diera continuidad a la lucha contra el crimen
organizado que lleva Felipe Calderón (la cual creo que es necesaria).
Gabriel Quadri: Muy buenas propuestas, a mi parecer. Ha
dicho cosas que era necesario escucharlas por el electorado desde hace mucho
tiempo. Es lamentable que no tenga tras de él un partido fuerte que lo
respalde. Queda como una forma patente de que existen alternativas (débiles ahora,
pero ahí están) en el país, y que muy posiblemente en un futuro lejano, puedan
ser fuerzas políticas importantes. Me da gusto que existan estas iniciativas. Aunque
comiencen como una extremidad de algún partido más fuerte, siguen siendo formas
distintas de ver el país.
Enrique Peña Nieto: Político moldeado y entrenado a la
antigua usanza. Imagen impecable, discurso bien ensayado. Mensaje fuerte y
presencia. Pero desde mi punto de vista, no me brinda nada por lo cual yo deba
desear que me gobierne los próximos 6 años. Al contrario de lo que se pretende,
para mi es una figura acartonada, vacía, sin entrañas y carente de humanidad. Veo
en él la necesidad de ser presidente porque fue fabricado para eso, y no como
un acto de vocación. A veces, siento que Enrique fue arrastrado a esto,
orillado por fuerzas mucho más poderosas a jugar este juego.
Andrés Manuel López Obrador: Inmediatamente en cuanto se
registró como candidato a la presidencia de la republica, supe que, por ningún motivo
votaría por él. Su cambio de discurso, su doble moral, su republica amorosa son
un insulto para mi inteligencia. No comprendo cómo personas pueden ver en este
personaje la representación de un cambio benéfico para el país. SI es un
cambio, no lo niego, pero de eso, a que sea benéfico, lo dudo mucho. AMLO,
desde mi punto de vista, no ha dejado claro la manera como realizará la lista
de milagros que promete en cada uno de sus discursos. Dice que disminuirá la
pobreza, aumentará el empleo, y le quitará las ganas a la delincuencia
organizada de matar, violar, humillar, comerciar, ganar millones, controlar
territorios, solamente con dialogo, deseos de paz y amor…. No creo que sea una decisión
inteligente darle poder a esta persona, aunque, a veces me entra el morbo, y me
digo a mi mismo…“ Espero y gane, solamente para verles la cara de pánico, desazón
y arrepentimiento a todos los que lo apoyaron cuando el país se colapse y poder
plantarme ante ellos y decirles: Te lo dije.” Pero creo que lo que se perdería sería
demasiado (todo el país) solo para cumplir mi caprichosa y egoísta fantasía.
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¿Por quien voy a votar? Por supuesto que votaré por uno de
ellos, no porque colinde con alguno de sus discursos o ideales. No, esta vez
no. Esta vez solo votaré para poder tener el derecho de escribir lo que se me
venga en gana de quien quede en el poder. Mis pensamientos y opiniones. Para seguir
teniendo el derecho de mandar al universo estos mensajes sobre lo que pienso. Sobre
lo que opino sin temer a represarías. Por el derecho de ser leído, criticado,
descalificado, reprobado. Por el derecho de ser respetado en un país con una
gran diversidad de ideas y pensamientos. Por eso, voy a votar.
Si no votara, o si anulara mi voto, entonces no tendría ningún
derecho de reclamar o quejarme, y ser un mudo testigo de lo que le hacen a mi
querido México.