domingo, 12 de septiembre de 2010

Sobre violencia y grupos Facebookeros...

Buscando un tema para esta chaqueta, que no sea de los festejos del Bicentenario (porque la neta me da weba ese tema) me puse a navegar por el Facebook y hace un par de días me encontré con un grupo con apenas 200 gentes (felizmente ahora sobrepasa el millar de simpatizantes) titulado: “Por un México sin Violencia, ¡Basta!”.

Su creadora, la Dra. Ericka Loyo, catedrática de la Universidad de Guadalajara, (de la cual tuve el privilegio de recibir clases durante mi formación como periodista) nos presenta una plataforma sobre la cual podemos expresar nuestro sentir sobre el tema de la violencia que se vive actualmente en nuestro país y que de una forma u otra nos afecta a todos.

Aplaudo la labor del grupo y por supuesto que me uno a sus ideales. Me agrada mucho la idea de que las personas afines al grupo porten una pulsera negra con el texto: “Por un México sin Violencia, ¡Basta!” junto a un moño blanco. Y más aun, que se tomen una foto portando el distintivo y la suban al muro del grupo. Lo cual otorga un sentimiento de pertenencia y de identificación al movimiento.

Sin duda alguna, este tipo de iniciativas (fuera de toda mercadotecnia ni intereses de mega empresas televisoras) son las que verdaderamente tienen el potencial de trascender y sobre todo de lograr hacer una diferencia al concientizar a largo plazo a las personas.

Muchas veces me he puesto a pensar, mientras veo el noticiero de Paola Rojas, a las 3 de la tarde por canal 4 del DF (y del cual me declaro fan) sobre la manera como se nos presenta la violencia como algo cotidiano. La violencia es tan antigua como la vida misma en el planeta.

Pero eso no significa que la abrasemos como algo común, como algo parte de nuestras vidas, como algo inherente de nuestra naturaleza. La violencia por la violencia debe terminar.

Claro que estoy consciente que en ocasiones es necesaria la mano dura, la firmeza y la perseverancia para lograr objetivos que tal vez sean más complejos para la diplomacia y el diálogo. Cuestión de sentido común, diría yo.

Esta chaqueta, va para la iniciativa de la Dra. Loyo, para su activismo implacable e ideales dignos de ser escuchados, leídos y tomados seriamente en cuenta.

Con esto me despido quedando solo una cosa más que decir:

¡Maestra! ¿Y mi pulsera? ¡Ya quiero tomarme la foto!

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