Para realizar los tramites de la cédula profesional de mi licenciatura en periodismo, tuve que ir el día de hoy a Guadalajara.
Ir a la Perla Tapatía no es un hecho raro en mi, al contrario, es bastante común. Claro que en esta ocasión existió una diferencia abismal, digna de ser contada aquí.
Por lo general, cuando tengo que ir a la capital del estado, tengo el honor y placer de acompañar a uno de mis dos socios y amigos, los cuales son bastante hábiles en la conducción de vehículos automotores y mas en ciudades grandes. Yo, digamos que, soy un neófito en esa área. Si a caso me jacto de poder desplazarme cómodamente por mi pequeña ciudad (siempre y cuando no tenga que estacionarme paralelo a la acera, con carro adelante y a tras, lo cual es prácticamente imposible para mi).
El caso es que tuve que ir esta vez solo, ya que por cuestiones laborales, no tuve la compañía de mis queridos socios.
Le hablé a una tía, experta en rutas de camiones, trenes ligeros y demás sistemas alternos de transporte en "guanatos" la cual amablemente (para mi fortuna) accedió en acompañarme e indicarme los pormenores para llegar a mi destino.
Y así fue como pasadas las 10 de la mañana, armado de valor y mucho coraje, me acomodaba en el muñido asiento del autobús que me trasladaría a la gran urbe.
El trayecto fue tranquilo, cómodo. Acompañado por las gloriosas notas de la banda KillSwich Engage que tocaban alegremente desde mi celular a mis orejas.
Al llegar a la terminal, ya me esperaba mi tía, la cual me comentó que la mejor forma de llegar a la Coordinación de Control Escolar de la U de G es mediante el tren ligero. Y que deberíamos tomarlo desde la estación de Tetlán hasta la estación Juárez.
Para esto, desde la central, tomamos el camión urbano numero R-610 (el R-611 también me lleva pero según eso rodea mas) hasta Tetlán.
Una vez pagada la tarifa correspondiente, nos adentramos en el fascinante mundo del tren ligero.
Varias cosas me llamaron la atención:
Primero, la cantidad de personas con audífonos. Me puse a pensar en la cantidad de canciones que se estarán reproduciendo en el mismo momento en todo el tren. Los distintos géneros, ritmos, dependiendo de las personas, estilos de vida, humor y gusto.
Segundo: las caras de las personas, sus rostros reflejando sus historias. Sus preocupaciones, sus alegrías, sus esperanzas. Pensé en la cantidad de historias que pululan en las mentes de todas aquellas personas, jóvenes en su mayoría.
Pasamos varias estaciones, ocho en total, hasta que llegamos a nuestro destino.
El trámite fue francamente rápido, afortunadamente llevé copias fotostaticas de todo, ya que, me pidieron una, que no estaba contemplada en la lista de documentos oficial. De ahí en mas, todo marchó sobre ruedas.
Después del trámite. Mi tía me ayudó a ubicarme en los lugares de interés en el centro. Los lugares donde usualmente acostumbro a visitar en otras circunstancias. Los camiones que debo tomar, y las estaciones del tren ligero que debo conocer y estar al tanto.
Gracias a esta travesía, siento que podría repetir la experiencia por mi propia cuenta, titubeante, pero mucho mas seguro que antes. Algo tan simple y cotidiano, tan aburrido y sin chiste para muchos, para mi fue una forma muy enriquecedora y didáctica de pasar un día.
El trayecto de regreso fue igual de tranquilo, sin novedad y todo en tiempo y forma. Agradablemente aderezado por una alegre lluvia que coronó toda una mañana y tarde nublada.
Ahora, me dispongo a cerrar con broche de oro, con unas donas compradas en el centro de la capital del estado, compartiendolas con mis amigos, mientras poco a poco, mi cerebro analiza, digiere y asimila lo aprendido el día de hoy.
Guadalajara, es mucho menos atemorizante que antes. No me gusta, pero ya dejó de ser el inhóspito lugar que yo pensaba.
Volveré... oh si... claro que volveré.
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Buena la experiencia, ayer vivi una igual o parecida yo aca en Los Angeles, solo ando en carro ya sea q me lleven por q por mi cuenta no manejo mucho; Los angeles es muy grande; bueno y en 'Bus' camion, mejor dicho; y ayer lleve a mis niñas a la clinica a su revicion, bueno el caso es q para regresarme a mi casa tengo q tomar dos camiones resulta q venia en uno y se me paso la bajada y fue y nos dejo por alla lejisimos estaba cerca la parada del metro o tren rapido, pero nunca me habia subido, no sabia ni como hay q pagar no sabia nada y mis niñas no querian caminar y ellas querian subirse por primera vez al "chuchutren" como dice mi niña; pues como quiera con mi ingles acentuado pregunte como le hago, bueno regrese a casa, con una experiencia nueva.
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