A partir del hallazgo de 5 personas
muertas en el Cerro de la Estrella en la delegación de Iztapalapa en el DF, y
que esas muertes hayan sido atribuidas a una supuesta jauría de perros “salvajes”,
se han dado una serie de reacciones encontradas en las redes sociales.
Muchos dicen que los perros son
culpables y deben ser sacrificados. Que el asunto no debe ser usado para atacar
al gobierno ni politizar hechos tan lamentables.
Otros dicen que los animales son
inocentes y que los verdaderos culpables son tanto el gobierno por su apatía y
falta de atención al tema de los perros callejeros, como las personas que,
abandonan a su suerte a la mascota que ya no es agradable.
Veamos algunos hechos:
Hecho: A
partir del 6 de Enero y hasta la fecha la Brigada de Vigilancia Animal de la
Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal confirmó que ha capturado
a 52 canes, los cuales analizarán para detectar cuáles de ellos fueron los
responsables.
Una vez más las autoridades hacen
todo un operativo impresionante y gigantesco para que la gente vea lo “eficientes”
que son para poner cartas sobre el asunto y solucionar un “problema”. Aunque desde
mi punto de vista lo que están haciendo es una pantalla de humo para no
enfocarse en el problema raíz.
¿Culpables?
Hecho: La Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal inició una queja de oficio para que se investigue dichos crímenes, ya
que los familiares de por lo menos 3 de las cinco víctimas están inconformes y
tienen dudas respecto a que sus familiares hayan sido agredidos por perros
supuestamente salvajes.
Hecho: El procurador capitalino
Rodolfo Ríos confirmó que las necropsias señalan que la razón de las muertes
fue por desangramiento, consecuencia de desgarramiento, exposición de hueso y amputación
traumática, según 14 dictámenes periciales.
Aunque claro, siempre existen las
dudas razonables de que realmente fueran “Esos” perros los que perpetraron los
asesinatos.
Si las muertes, fueron causadas,
ciertamente por perros, ¿la sociedad debe enfocar sus esfuerzos en castigar a
los animales?
¿Es correcto atacar el problema
por “encimita” sin mirar el verdadero fondo de las cosas?
Hecho: Integrantes de la Asamblea
Legislativa del DF, en voz del presidente de la Comisión de Preservación del
Medio Ambiente y Protección Ecológica, Jesús Sesma, consideró que la muerte de
estas personas, pudo evitarse si las autoridades hubieran cumplido con sus obligaciones
de vigilancia en las zonas protegidas.
“Debemos tomar en cuenta que la
naturaleza de los perros no es matar y cuando llegan a atacar a seres humanos
es porque fueron agredidos, invadieron su territorio y si instinto los lleva a
defenderse o porque fueron adiestrados para este fin”, palabras de José Luis
Carranza, coordinador general del Frente Ciudadano Pro-Derecho Animal (Frecda).
“En el caso de que un perro ‘salvaje’ entre en contacto con un ser humano, su
primera reacción sería huir. De igual manera los perros abandonados por sus
dueños y que se refugian en áreas verdes o solitarias también pueden formar
jaurías, pero sólo que se sientan agredidos, atacan”
Ciertamente, hay muchos factores
que debemos tomar en cuenta en este asunto.
Mientras en las redes sociales crece el
movimiento #YoSoyCan26, a favor de los derechos de los perritos capturados y
pidiendo su entrega a refugios de animales y puesta en adopción.
En otros frentes se crea un
interés muy serio en que las autoridades tomen conciencia de la necesidad de un
programa eficiente de control de animales callejeros y campañas de concientización
de dueños de mascotas para que hagan lo propio en casa para evitar la proliferación
de estos animales en las calles y zonas boscosas de nuestro país.
De lo que si estoy seguro es que,
no debemos ser apáticos a un tema tan importante como este. El ser insensibles para
con los animales, nos hace insensibles hacia la naturaleza, hacia el hecho de
que no estamos solos en este planeta, sino que lo compartimos con otros seres
que merecen nuestro respeto.
Respeto que, de haberlo tenido,
se pudieran salvar muchas vidas inocentes y no me refiero solamente a las vidas
humanas.
